Día 3 del segundo despertar

Hoy me toca dar mi primer paseo espacial. Espero que se parezca a las pruebas que hice en la Tierra en aquella piscina inmensa. Porque, aunque desde fuera lo parezca, no es tan fácil como uno podría pensar. Además, estoy solo. Nadie podrá ayudarme si algo sale mal o si sufro algún percance.  
La salida no debería durar mucho, no más de una hora. Lo que debo hacer es muy sencillo, pero de no hacerlo, las consecuencias podrían ser muy graves en el futuro. Y es que los años no perdonan.  
Son cientos de años navegando por un espacio aparentemente vacío, pero lleno de peligros: radiaciones cósmicas, micrometeoritos, escombros espaciales, temperaturas extremas... Por eso, entre otras cosas, se crearon los shieldspiders.  
Los shieldspiders, o arañas, son los encargados de proteger el exterior de las Arkas. Cada Arka está compuesta de cuatro zonas: motores, combustibles, módulos de almacenaje y área del piloto. En cada una de estas zonas hay un grupo de arañas que se guardan en lo que se denomina la madriguera. Cuatro zonas, cuatro madrigueras. Dependiendo de la zona y su tamaño, habrá más o menos arañas.  
Su labor es muy sencilla: se dedican a realizar rondas por la estructura que les corresponde e ir impregnándola de una sustancia llamada Astraseal, que crea un pequeño escudo que protege de la radiación cósmica y de los impactos de los micrometeoritos más pequeños.  
Pues, como dije, mi misión es muy sencilla. Tengo que salir y retirar una de las arañas que, por algún motivo, se ha quedado bloqueando la salida de la madriguera. Según AEGIS, esta incidencia lleva unos veintisiete días o, lo que es lo mismo, unas 648 horas. De seguir así, la capa protectora desaparecería y la cubierta sería mucho más frágil. La madriguera en cuestión se encuentra en la segunda zona, la de los módulos de almacenaje, donde se guarda el futuro de la humanidad. Por ello, debo encargarme ya de arreglar este problema. 
Cierro entrada.

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